Capitulo 15: "La identidad de los Ray"

Las carcajadas sin cesar, el diálogo amical y sus infinitos corazones hacia el mañana eran lo que reflejaban este grupo de muchachos a cada instante. Sin embargo en alguna parte de sus corazones siempre existían el miedo, la duda y la confusión de la idea auto visual que conllevan en sus días de vida.

Era muy normal, cada adolescente a esa edad siempre mostraba emociones fuerte e inmaduras. Pero en caso de Ray Jazmín eran cosas casi inimaginables. Una mujer bella, relajada e infinitamente leal hacia sus amigos jamás era una chica de amores.

Al ver el interés de Michael hacia ella era algo que la sorprendió. Pero al saber que su 'amigo' sintiera celos la impactó demasiado, tanto así que ahora ella piensa en eso. Sin embargo nunca pensó en lo que podría afectarlo a Fred, jamás piensa, solo actúa… llevándola eso a la perdición.

    -¿Esta bien, Jazz? –sus ojos marrones la volvieron a la realidad, sintiendo un ardor liviano sobre sus mejillas.

    -Ehm… estoy… bien –su sonrisa forzada hizo dudar a Fred, mas sin embargo ignoró eso y siguió hablando con su hermano.

¿Por qué se había puesto nerviosa? Es solo Fred, no una maquina interrogativa.

… ¿O tal vez sí?

Estaban caminando todos en grupo. Thomas y Marie hablaban por la delantera; Dezz estaba al costado de Xavier prestando atención a los que los hermanos mellizos hablaban; y por finalizar, la morena se encontraba detrás de ellos mientras se encontraba perdida en sus pensamientos.

Era raro tratándose de ella. Ya no había que pensar en juntar a sus amigos por lo cual su tiempo se fue al caño. ¿Qué podía hacer? Sabiendo que Thomas se le declaró de manera romántica –lo cual es sorprendente- a Marie, y que la ojiazul lo haiga correspondido la hacían feliz. Sin embargo tenía el pensamiento de que sus días de juntarlos no volverían, ya que no había que hacer, el gran empujón que necesitaban ya no servía.

Entonces recordó, por qué Michael fue a su casa. Recordando el sentimiento de la debilidad, de haberse sometido a su manos y que ahora estaba en problemas. Pero más grande aun era como decírselo a Fred…

¿Explicarle? ¿A Fred?

No tenía nada que explicarle, era su problema y no podía meter a ninguno de sus amigos. Jamás los expondría al peligro, nunca lo haría. Y es por eso que ahora tiene la obligación de luchar sola.

∞∞ Flash Back ∞∞

Una mañana para nada agradable, pues levantarse a las nueve de la mañana, ver al chico de la pijamada de tu ex enemiga que es su primo internacional y encima que la humedad no es para nada agradable con tu cabello eran cosas que la hacían romper el límite.

Sin embargo verlo a él era sorprendente, tanto que solo la hacía pensar en solo una pregunta.

    -¿Qué estás haciendo aquí? –preguntó confusa mientras lo miraba con su ceño fruncido.

    -Buenos días hermosa Jazmín –saludó cordialmente, pronunciación su nombre con la J de vez de la Y.

    -Se pronuncia 'Yasmín', y no me respondiste mi pregunta –respondió fastidiada mientras lo dejaba pasar a su casa sin pensarlo dos veces.

    -Solo vine para hablar sobre usted –esa declaración sorprendió a la pelinegra que lo miró confuso, invitándolo con señas a que se siente en su sofá.

    -¿Por qué tiene que ser sobre mí? –interrogó seria mientras lo miraba sin duda alguna.

    -Antes que todo, sería mejor que se cambie y se lave la cara, le doy su tiempo –razonó sonriente mientras la morena sin decir nada le hizo caso.

Jazz no sentía confianza en él, sabía que algo malo había sobre él. Pero si es obvio, es primo de Bridgette Clark, de un Clark. Eso le daba una picazón en su garganta. Pero quería saber de qué trataba esto, asi que simplemente al entrar a su habitación abrió su armario escogiendo su ropa más adecuada.

En este caso escogió unos shorts jeans hasta las rodillas color azul, una polera morada manga larga, su gorra blanca y sus botines blancos. Entrando a su baño se lavó la cara, se cepillo los dientes y se hizo una trenza.

No quería ser llamativa, siempre escogía algo simple por lo cual nunca ha tenido problemas en ese tipo de cosas. Bajando por las escaleras se fue hacia la sala y se sentó por el sofá en donde estuvo hace unos minutos.

    -Veo que estás más hermosa con ese atuendo Ray –lo miró de manera fría que por un momento los pelos de aquel muchacho se pararon de los nervios, mas sin embargo se calmó y siguió mirándola.

    -No quiero ser descortés pero por favor quiero que llegues al grano –habló sin rodeos de manera seca.

    -Ok, entiendo que tú eres hija de uno de los príncipes de la tribu Gandharva, tribu que fue extinta hace cinco décadas y que tu padre es uno de los sobrevivientes –los ojos de la morenas se achicaron de la sorpresa, dejándola en posición de ataque- Sin embargo, tu padre, Ray Baljeet, fue protegido en América, y que mejor que en Estados Unidos, llevando la vida de un niño cualquiera internacional camuflándose prácticamente de todos para olvidar todo su pasado. Pero ahora, yo investigando encontré esta información, asi que quiero saber si es verdad o no.

    -¿Qué quieres? –preguntó con rabia mientras lo miraba amenazantemente.

    -Tengo entendido de que tu papá no se casó con una simple mujer de su país natal, sino que se casó con la princesa de la tribu Vanara, Patel Mishti, ¿o me equivoco?

    -¡Cállate!

    -El objetivo de esto fue reconstruir la tribu Gandharva, aunque al final tu padre se enamoró de ella por lo cual ahora no se quieren separar ambos, porque si no se hubiesen enamorado te hubiesen abortado.

    -¡Basta!

    -Pero al final naciste tú, la próxima heredera de la tribu Gandharva, que reconstruirá la tribu para luego irte de este país. ¿Pero por qué no te quieres ir? ¡Es por ese patético de clase baja! ¡¿O me equivoco?!

    -¡CÁLLATE!

Los gritos de súplica la hicieron derramar lágrimas de furia. Sola en casa estaba indefensa, sin ayuda. Y ahí entendió, que su objetivo no era atormentarla ni nada por el estilo, sabía que tenía en mente lo más perverso que jamás le llegó a la mente hasta el dia de hoy… maldiciéndolo a él y a su existencia.

    -Ray Jazmín, cásate conmigo y asi podrás reconstruir tu tribu enorgulleciendo por primera vez a tu padre –sabía que la estaba atormentado, lo sabía, no podía soportar haber caído en su trampa.

Desde que lo invitó a pasar había asegurado territorio, maldiciéndose por todo esto. Pero ahora su pregunta era: ¿Cómo averiguo todo esto?

Entonces se le ocurrió algo, algo que ayudaría a completar sus dudas. Se le ocurrió… investigar.

    -Michael, dame un tiempo para pensarlo. Déjame solo un tiempo y te prometo de que en ese transcurso te responderé –los ojos café de la morena lo observaron indefensa, dejando una sonrisa canalla en sus adentros- Pero mientras tanto guarda el secreto, por favor.

Era la primera vez de que Jazz le rogaba a alguien, y más si era a este poco hombre. Pero no tenía otra opción, todo el plan de su abuela estaría arruinado por culpa de una mocosa que odia el matrimonio. No se lo perdonaría a sí misma, nunca lo haría. Sin embargo, tenía que averiguar muchas cosas antes de aceptar, porque el decir NO para ella sería un delito.

    -Está bien amor –le causó escalofríos a la morena el oír escuchar esas palabras de ese hombre tan repulsivo- Pero lávate la cara que no quiero verte asi.

No tenía otra opción más que asentir e irse al lavado. Acto seguido agarró la toalla, pero la estrujó con furia tras recordar ese hecho. Lo maldecía mentalmente, entonces entendió…

Michael…

Michael Clark…

Clark…

Bridgette Clark…

¿Qué podía tramar esa rubia oxigenada? Era obvio que su tratado de paz hacia ella y sus amigos fue una farsa… ¿Pero por qué?

Entonces decidió razonarlo después, saliendo del lavado y encontrando a la rata usando su teléfono. Pensando en que deberá comprar un nuevo celular, pero después lo miro extrañado.

    -¿Qué pasa? Y ¿Qué haces con mi teléfono? –preguntó seria mientras lo veía con su sonrisa.

    -Es tu amiga Dezz –respondió lanzando el teléfono para ser agarrado por su dueña.

    -Hola Dezz –contestó fingiendo su estado relajado mientras lo veía molesta.

    -Primero: ¿Qué hace Michael con tu teléfono?; Segundo ¿Qué hace el en tu casa?; Y tercero: Ven a casa de Thomas, ahora.

    -¿Ok? Ya voy adiós –Colgó evitando sus preguntas- Me voy donde mi amiga, creo que no estaré en la casa hasta la noche- Informó seria mientras agarraba su bolso y abría la puerta.

    -Está bien –Afirmó el castaño, saliendo de la casa junto a ella- Mañana volveré a tu casa.

Y se retiró, dejándola con las ganas de golpearlo hasta matarlo. Entonces corrió lo más rápido que pudo a la casa de Fletcher, para fingir su felicidad, para olvidarse por un momento de su gran pesadilla.

∞∞ Flash Back ∞∞